viernes, julio 04, 2008

Ultimo viernes en Kuwait

Bueno, pues... heme aquí, sentado en un Starbuck's cercano a la casa, disfrutando de un rico desayuno en este mi último viernes en Kuwait... aqui preparan un Caffe Mocca muy rico, café negro con chocolate, leche espumante y con tope de crema batida... divino, junto con un Blueberry muffin bien esponjoso. La verdad que me gusta mucho y se que en Madrid pocas veces haré este tipo de cosas, ya que allá disfruto de otro tipo de desayunos domingueros...
Al menos me las arreglo para siempre ocupar el tiempo. Hoy ha sido una de esas mañanas en que estoy aprovechando de hacer lo que realmente me provoque, sin programas ni horarios, solo disfrutar de los últimos días en Kuwait, saboreando como se va acercando el ansiado domingo en la noche para salir de aquí. jejeje.
Comenzando, a pesar de haberme acostado super tarde anoche, me desperté temprano..., la cabeza no se está quieta con la emoción de la proximidad de la partida, entonces, simplemente decidí no seguir tratando de dormir y me quedé en la cama con el laptop, me preparé un cafe y me puse en la cama a leer correos y demás. Entonces, apareció Lizzie saludandome desde Seattle... jajaja... que sabroso, como son 10 horas de diferencia, alla eran las 10 de la noche y aqui las 8 de la mañana.. así que nos pusimos a conversar y fue de lo más agradable. Muy divertido esto de estar sentado en tu cama un viernes (domingo) en la mañana, conversando por el chat con tu comadre del alma que se encuentra a miles de kilometros de distancia. Viva la tecnología.
Luego, otra conversadita con Luisda, quien se estaba acostando tarde supongo, ya que eran las 3 am en Caracas, conversamos un ratico y salí al Starbucks a desayunar.
Y esta tarde, pues nada... a seguir aprovechando el tiempo y voy a almorzar con Alejandro, un compañero de trabajo y luego ya será casi la hora de irse a la cama, etc. O sea, que en menos de lo que canta un gallo, ya será domingo en la noche y estaré en el aeropuerto de Kuwait, chequeándome para viajar a Madrid.
La verdad es que quizás en mis comentarios anteriores puede que haya dado la impresión de que como no hay nada que hacer en Kuwait, me la pasaría entonces todo el tiempo amargado y demás, pero nada más lejos de la verdad. Aunque si es cierto que aquí no hay ABSOLUTAMENTE NADA que hacer, eso no es impedimento para que uno se las arregle para aprovechar el tiempo y hacer cosas que resulten útiles, provechosas y agradables. En estos más de dos años he aprovechado mucho para leer y escribir y siempre también tratar de mantener actividad física. A pesar que gran parte del año las temperaturas en Kuwait son insoportables, igual busco siempre salir a la calle, hacer algo. Todos los viernes he salido.
Hasta no hace mucho, mi rutina de los viernes era bastante activa, con excepción de estos últimos meses que he estado un poco más enredado... pero en general, trataba de levantarme lo más temprano posible y me iba al paseo de la playa a hacer ejercicios. Me pasaba unas 2 horas y media aproximadamente entre caminando y haciendo ejercicios... con suficiente agua no hay problema, me aseguraba de mantenerme bien hidratado. Luego, pasaba por una venta de jugos y me compraba un super-batido de frutas, un cocktail al que le puse el nombre de Caracas y a los filipinos que lo preparaban les llamaba la atención. Consistía de mango, lechoza, piña y kiwi (este último como elemento exótico, ya que nada que ver con Caracas), en lugar de agua, le ponían jugo de naranja, sin azucar y muy poco hielo, servido en vaso gigante. Realmente, después de haber sudado la gota gorda, este tronco de jugo venía de maravillas.
Posteriormente, regresaba al apartamento, algunas rutinas caseras como poner a lavar la ropa, recoger un poco, y por supuesto, llamar a Caracas... aprovechando la hora, para conseguir a Maite temprano antes que empiece los corre-corre normales del día a día. Mas tardecito, salia a pasear por Kuwait, ir a algún centro comercial, curiosear por ahi, etc. Una cosa bien sabrosa era irse a algún café que ofreciera Shisha, la pipa de agua; me llevaba un buen libro o la computadora y me sentaba a leer mientras disfrutaba de una buena shisha, lo cual puede tardar un par de horas o más... Hay uno cercano a casa, que queda sobre un malecón, entonces, al menos durante la primavera o el otoño, que hacen temperaturas más aceptables, te sientas en las mesitas al aire libre con tu shisha, un buen libro y puedes pasar horas allí disfrutando de la amplitud de la vista al mar. Muy sabroso la verdad.
Terminaba la tarde almorzando casi a la hora de la cena, bueno, ni tanto, pero si almorzaba a eso de las 5 pm, con mucha calma y luego paseaba un ratico más y ya me daba la hora de recogerme.
Total, que de una manera u otra, el tiempo lo aprovechaba al máximo. Aunque como dije antes, no creo que vaya a extrañar nada de aquí, lo que si puedo asegurar es que no me quejo en lo más mínimo de mi estancia por acá, mas bien, todo lo contrario, estoy super agradecido por todo. Tuve una oportunidad muy buena de mejoramiento profesional, porque aunque el proyecto esté resultando bastante enredado, he aprendido muchas cosas importantes para mi carrera; tuve la oportunidad de tener un excelente apartamento, muy cómodo y bien ubicado con buenos vecinos (no es que los llegase a conocer, pero al menos nunca hubo problemas y los que te cruzas en el ascensor, se veian gente bien, puro expatriado en el mismo plan de uno); tuve la oportunidad de tener vehículo durante prácticamente la totalidad de mi estadía acá, lo cual es una gran ventaja; tuve la oportunidad de viajar mucho, debido principalmente al plan de rotaciones trimestrales, así, cada 3 meses, podía disfrutar de 2 semanas de vacaciones y viajar mucho, tanto con Maite como con los muchachos... he visitado taaantos lugares en estos 3 años!!!! y finalmente, he tenido la oportunidad de recibir unos buenos bonos por haber estado "sacrificado" aquí, lo que me ha permitido ahorrar bastante, sin embargo, llega un momento en que aunque la paga sea buena, uno tiene que sopesar lo que se está sacrificando por esos bonos, es decir, todo tiene su precio y es cuestión de determinar hasta qué punto está uno dispuesto a pagarlo; en el caso de Kuwait, creo que ya dos años es suficiente, más de eso, no creo que haya dinero que lo pague...
Así que, reitero, no me quejo en absoluto. Ha sido una gran experiencia y si alguien me dijera que le están ofreciendo venirse uno o dos años a estos lares para algún proyecto, le diría que lo aprovechara al máximo... claro, siempre dependiendo de cuáles sean los objetivos que uno tenga trazados y si este tipo de actividades suman a la obtención de tus objetivos, pues..., bienvenidos sean.
En fin, creo que me he extendido demasiado... Solo quería seguir reflexionando sobre mis experiencias en Kuwait y compartirlas con ustedes.
Un abrazo

Saludos,
LuisK

No hay comentarios.: