viernes, noviembre 28, 2008

Transiberiano

Tenía tiempo que no estaba en un clima tan frio, desde que tenía 19 años cuando ibamos a esquiar en Vermont, donde la temperatura normalmente estaba entre 5 y 10 bajo cero e incluso en una oportunidad nos hicieron 24 bajo cero, pero claro, en esos casos uno no lo sentía tanto, más que todo porque al estar esquiando estás en movimiento y ni cuenta te das. En esta oportunidad vine con la curiosidad de experimentar de nuevo este nivel de frio.
En Khabarovks en esta época del año la temperatura varía entre 10/12 bajo cero de máxima y 15/19 bajo cero de mínima, o sea que no ha llegado a sus extremos y con todo y eso el rio Amur ya está congelado y ha dejado de moverse... es impresionante!
La otra noche fuimos desde el restaurant donde comimos hasta un barcito a jugar billar y tomarnos unos traguitos y la caminata fue como de unos 30 minutos y la temperatura estaba en el orden de 15 bajo cero y francamente no sentí frio... Claro, lo que ocurre es que hay que tener cuidado de abrigarse adecuadamente; y no se trata de ponerse un cerro de trapos encima, nada que ver, actualmente se están fabricando chaquetas con una excelente tecnología textil que te protege bastante bien y son livianas. De hecho yo esa noche tenía una franela normalita (no térmica), la camisa, un sweater delgado (en España los llaman "polares") que va bien ajustado al cuerpo y luego una chaqueta que tiene un forro polar y por fuera es de un material que impide la entrada del viento y además es impermeable; unos guantes normalitos un cobertor para la calvita y eso si, unas medias térmicas muy buenas que compré en Madrid, diseñadas para escaladores y esquiadores. Así que no pasé nada de frio en esa larga caminata.
El único rollo aquí en estos sitios es que la calefacción la ponen a millón... por eso es que decidí no utilizar ropa interior térmica ni interiores de esos largos, porque al entrar a las oficinas te tienes que quitar todo y si tienes ropa interior térmica, terminas asándote... y luego para volver a salir, pasas un buen rato volviendote a vestir!!!!
 
Y bueno, ¿qué les puedo decir? acá estoy, en el aeropuerto de Vladivostok esperando la salida de mi vuelo de regreso a Khabarovsk... Ajá... otra ciudad en mi lista!!!!
Resulta que justo antes de salir para este viaje viaje a Khabarovsk, me entero que una comisión iba a visitar una fábrica de tuberías de polietileno en Vladivostok y me pareció que sería interesante acompañarles, así que me anoté al grupo. Vladivostok es una ciudad portuaria que por muchos años en la época soviética, era una ciudad cerrada a los extranjeros (y supongo que a muchos rusos también) ya que era la base de la Flota Soviética del Pacífico y por lo tanto, era "secreta". Hoy en día sigue siendo una ciudad portuaria ya que tiene una gran bahía que le sirve de puerto seguro y por supuesto, sigue siendo la base de la Flota Rusa del Pacífico.
Vladivostok queda a casi 900 km al sur de Khabarovsk y en principio ibamos a ir ida y vuelta en avión, pero resultó que el vuelo de ida salía demasiado tarde en la mañana y tardaba 2 horas, con lo cual llegabamos demasiado tarde a Vladivostok y no nos iba a dar suficiente tiempo para hacer la visita y por otro lado, al parecer el avión que nos correspondía era un avión super-viejo y digamos que "inseguro", con decir que el vuelo de vuelta hace el mismo trayecto en solo una hora, por lo que se decidió ir en tren... o sea, un tren que sale a las 8 pm de Khabarovsk y llega a las 8:30 am a Vladivostok, o sea... 12 horas y media... bueeeeno, pensé que seguramente resultaría una buena aventura; así que... pa'lante!
 
Llegamos a la estación de tren a eso de las 7 pm, con suficiente tiempo para ubicarnos bien porque no conocemos el tema y luego de ir al abasto de la esquina a comprar provisiones para el viaje, nos ponemos a ver la pantalla de los diferentes trenes y vemos que el único tren que pone destino Vladivostok dice que sale a las 13 horas... primer susto! quien sabe qué clase de ticket nos han vendido... leemos el ticket y también dice entre un poco de números que es para el día 26-11-08 a las 13:00!!! Laszlo va y pregunta y resulta que el ticket también dice en letra pequeña: "hora de Moscú"!!!! le explican que todos los trenes tienen como hora de referencia la hora de Moscú!!!! así que, vaya sustico!
 
En fin, que nos dirijimos al vagon correspondiente. Vinimos 5 personas: Andrés por Construcción, Makis por Ingeniería, Dimitri nuestro técnico civil local, Laszlo nuestro interprete y yo el observador... El tren es un tren-cama, con cabinas de dos camas cada una, con su número correspondiente. Vamos ubicando en el vagón la cabina de cada quien y cuando llego a la mia, resulta que en una de las camas estaba acostado un dimitri cualquiera, ahí todo tendidote ya empijamado!!!! mierrrrrr..... resulta que los otros cuatro iban al menos dos y dos, pero a mi me tocó ir solo en una cabina, acompañado del tipo este quien además no olia bien!!!! y para colmo, con un caloooorrrrr de mil demonios.
 
Bueno, qué se le hace, dejé mis cosas ahí, me quité todos los trapos abrigadores y la camisa quedándome en franela y me pasé a las otras cabinas, por lo menos para ponerme a conversar. Al ratico, arrancamos hacia Vladivostok.
El tren estaba decente, apartando el calorón, pensaba que iba a ser algún tren viejote con marcos de madera y demás, tipo 2a guerra mundial, pero no; el tren era un pelo viejo pero mas o menos bien mantenido. Al rato fuimos hasta el vagón restaurant a estar ahí tomando alguito, pero estaba full. Por lo menos nos ofrecieron avisarnos cuando se desocupara una mesa. Regresamos a las cabinas y al rato nos avisaron. Estuvimos un rato comiendo con una botellita de vino y ya. Regresamos a las cabinas y abrimos la botellita de vodka que compramos en el abastico y a conversar... Sin darnos cuenta, teníamos ya rato conversando y discutiendo en voz quizás un poco alta y nos dieron como la una y media de la mañana, cuando se nos presenta la Natasha Matrushka (la cuidadora del vagón) con un humor de perros, nos regaña y nos manda a dormir!!!! así que, no nos quedó más remedio que apagar la luz y ya.
 
La noche estuvo bien, con bastante calor y por lo menos mi "room-mate" estaba como una piedra... así que, sin rollos.
Llegamos a Vladivostok a las 8 y media y nos estaban esperando los de la fábrica para llevarnos. Como ahora más bien teníamos tiempo de sobra ya que al final, el vuelo de regreso era a las nueve de la noche, aprovecharon para llevarnos a desayunar y luego darnos una vuelta por la ciudad y luego ir a la planta.
La ciudad tiene bastantes colinas y es un poco desordenada... y también manejan como locos!!!
 
Finalmente, fuimos a la planta y estuvimos unas horas reunidos discutiendo temas técnicos y hacia las 5 nos fuimos hasta el aeropuerto y almorzamos aquí...
 
Y eso! aquí estoy, esperando la salida del vuelo... luego de una interesante visita, un paseito en la versión "cortica" del trans-siberiano y haber tenido la oportunidad de añadir otra ciudad más a mi lista.
 
Cheers!
 

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